miércoles, 24 de agosto de 2011

Caricatura de Pong

CARTA ABIERTA A PABLO MILANÉS

CARTA ABIERTA A PABLO MILANES
Por Ondina León
Guitáfora/16 de agosto de 2011
Pablo:
Tú pudiste haber sido un hombre bueno, pero te ha faltado el primer valor que un ser humano tiene que tener: el valor. Y no es que te hayan faltado oportunidades a lo largo de tu vida para alcanzar ese coraje ético.
Cuando estuviste en los campos de concentración de la UMAP, debiste tener el valor de reconocer que tu revolución era una dictadura represiva, que no respetaba ni el talento artístico ni la libertad de cultos religiosos ni mucho menos la diversidad en la identidad sexual. Pero no, preferiste buscar refugio debajo de la falda de Haydée Santamaría, esa misma “libertadora” que se ajustició, para poder seguir cantando, sobre todo a los represores y a los asesinos fotogénicos, como Ernesto Guevara, con la libertad de los siervos o los galeotes.

Durante el llamado “Quinquenio Gris” de la cultura (¿alguna vez ha sido luminosa una dictadura?), ¿cuántas veces alzaste tu voz contra la defenestración y el “ninguneo” de tantos intelectuales y artistas? ¿Tendré que recordarte casos y nombres? Seguro que no: tú los conoces muy bien, de cerca, a la mano...

Cuando las campañas bélicas del imperialismo castrista en África, a donde tu gobierno enviaba a nuestros compatriotas a morir, sobre todo a los negros, como nosotros, con el axioma elemental de “los cubanos ponen los muertos y los rusos, las armas”, ¿cuántas veces te rebelaste contra esta injusticia bárbara? Ninguna, que yo sepa, porque preferiste cantar “la gloria que se ha vivido”, esa que ha vestido al dictador de “legitimidad” y “respeto” ante las izquierdas del mundo.

Cuando en 1980, durante el carnaval de los vándalos castristas, que repudiaban con palos y piedras a los que querían huir de la pesadilla caribeña, tú, guitarra en mano, declarabas a voz en cuello “yo me quedo”, porque eres del Caribe y amas esa isla, que para ti no es una gran cárcel con barrotes de espuma de mar y tiburones guardianes. ¿Realmente no sentiste vergüenza de ser cubano en aquel entonces? Yo sí, y mucha, porque cuando un pueblo se envilece, Dios llora.

Y, más tarde, cuando en 1994 se produjo “El Maleconazo” y el éxodo (otro más) de miles de balseros, ¿no se te ocurrió preguntarte por qué Cuba se seguía desangrando en una espiral de desastres absurdos y maquiavélicos?

Y hoy, ¿no te preguntas por qué tu patria se ha convertido en otro Haití? ¿Ya les escribiste una canción a las Damas de Blanco, ahora que dices que hace falta libertad en tu tierra? ¿Cómo te juzgo, coterráneo? ¿Qué hacer, entonces?

Dentro de unos días darás un recital en Miami, conocida como la Capital del exilio cubano, y hay tremendo debate sobre si tienes derecho a presentarte o no, donde están refugiadas tantas víctimas del castrismo. Para mí está clarísimo que, en este enclave de libertad y democracia, todo el mundo tiene derecho a cantar, sea de izquierda, de derecha o castrista, como tú. Como también los cubanos debería tener el derecho y el deber de dejarte sin audiencia, a teatro vacío; o a parapetarse en otro recital con artistas libres, que te silenciaran con su música. Sin embargo, tristemente admito que sé que llenarás ese estadio, porque la mezcla de amoralidad y nostalgia aberrada, de irresponsabilidad histórica y egocentrismo, de frivolidad y desmemoria, que padecen muchísimos cubanos y otros tantos hermanos de América Latina, te garantiza la audiencia.

Yo no estaré allí ni te aplaudiré ese repertorio, que tienes que haber escogido muy bien, en otro ejercicio más de complicidad con el castrismo, para demostrar que “eres artista, no político”, como eructan esos colegas tuyos a los que no les importa Cuba y sus miserias. ¿De verdad tú crees que eres “progresista” y socialista? Deberías tener el valor de admitir que en Cuba no puede haber progreso real bajo la bota del castrismo, ese añejo sistema de patologías. Pero, claro, creo que tus vacaciones en Cancún, junto a tu esposa española, o el mojito que te tomas en tu residencia habanera con piscina, no te permiten pensar bien.

Me hubiera gustado mucho comenzar esta carta diciéndote “Querido Pablo”, pero reconozco que soy muy imperfecta y me cuesta la vida querer a alguien que le desea salud a un tirano sanguinario. Lo siento, Pablo, yo también soy Cuba, aunque apenas me reconozca a mí misma, desde que me desterraron a golpes de injusticias y de complicidades, como esta tuya, imperdonable.

Esta nota fue tomada de Cuba Humor.

viernes, 12 de agosto de 2011

Asaltan restaurante

SANTA ISABEL DE LAS LAJAS, Cuba, 11 de agosto (Idania Yanes, Villa Clara Press / www.cubanet.org) – Tres individuos no identificadas hasta el momento asaltaron un restaurante en este municipio de la provincia Cienfuegos, y se llevaron la caja registradora, el pasado 7 de agosto.

Según  los testimonios de varios clientes, los malhechores pidieron tres pollos fritos a la cajera, que hacía a su vez el trabajo de camarera. Cuando fue al interior del restaurante a buscar el pedido, los cacos, cuchillos en mano, amenazaron a los comensales y cargaron con la caja, que contenía pesos convertibles y moneda nacional.

El restaurante se encuentra en la calle Dr. Machín, y hasta el momento no hay pistas de los ladrones.

miércoles, 10 de agosto de 2011

La corrupción: General de cinco estrellas

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet) – La corrupción ha tomado matices tan preocupantes en nuestra sociedad, que ni activando los piquetes de fusilamientos, el régimen podrá inhibir la podredumbre existente en las instituciones estatales. Lo cierto es que las violaciones no tienen rostro ni jerarquía, y en las infracciones pueden estar involucrados lo mismo un simple panadero que un General de División, o un burócrata del Comité Central.

Hace unos días, el tribunal provincial de La Habana dictó sentencia contra 10 antiguos directivos y funcionarios del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) y la empresa Heber Biotec S. A., comercializadora de productos farmacéuticos.

El fallo se sincroniza con un escándalo de corrupción en la corporación ETECSA, que arrojó desfalcos millonarios, destituciones y encarcelamientos. También dos viceministros del Ministerio de  Informática y Comunicaciones fueron sometidos a medidas cautelares, para ser investigados por Seguridad del Estado, y aunque las fuentes no precisaron el motivo de los apresamientos, sospechan que hubo un defalco a través de firmas extranjeras, ya que ambos directivos estaban involucrados en la instalación del cable de fibra óptica entre Cuba y Venezuela, multimillonaria inversión que aún no presta servicio.

A finales de julio, especialistas del Instituto de Planificación Física (IPF) expusieron a los televidentes en el programa Mesa Redonda, un sinnúmero de violaciones del patrimonio arquitectónico de Ciudad de La Habana, daño catalogado de irreversible. Sin embargo, resultó contradictorio que no se citara como responsable del desbarajuste al Instituto Nacional de Vivienda, cuyos funcionarios expidieron las licencias.

Debido a esta omisión, colaboradores de los municipios Plaza de la Revolución, Cerro y Centro Habana, recogieron las opiniones de mil ciudadanos, y 914 de ellos (92%), coinciden en que “el Instituto Nacional de la Vivienda es un organismo corrupto, y sus directivos carecen de fuerza moral para hacer cumplir las leyes”.

Otros exámenes estiman que la corrupción en Cuba se ha generalizado, como resultado de las prohibiciones existentes. Algunos argumentan que por falta de libertad de expresión y derecho a huelgas, los trabajadores, en vez de protestar y luchar para obtener mejoras salariales, recurren al robo para paliar el déficit monetario que padecen, acto que los degrada moralmente. “Imagínate, tengo que robar porque mi mujer me vuelve loco cuando no hay comida, o mi hijo tiene los zapatos rotos” –dijo a ese reportero Miguel Menéndez, panadero.

Raúl Castro, en su último discurso ante la Asamblea Nacional, aseguró: “Todos somos iguales ante las leyes”. Pero nuestros “parlamentarios callejeros” se preguntan: ¿Qué pasó con el General Rogelio Acevedo?