JUAN O. TAMAYO y JUAN CARLOS CHAVEZDisidentes cubanos acusaron de engaño al gobierno tras conocerse que los prisioneros políticos que se nieguen a marchar al exilio después de ser liberados se les colocará bajo un impreciso tipo de "licencia extrapenal''. "Lo que queremos es su libertad incondicional porque son prisioneros de conciencia y además inocentes'', afirmó el activista de derechos humanos Elizardo Sánchez. "Esto pone de relieve la mala fe con la que ha estado actuando el gobierno de Cuba'', subrayó.
"Esto es un engaño más para el mundo del gobierno cubano, es una libertad condicionada y en cualquier momento pueden devolver a estos hombres a la cárcel'', manifestó Bertha Soler, cuyo esposo, Angel Moya, quien cumple una sentencia de 20 años de prisión, ha dicho que se quedará en Cuba.
Las informaciones también reforzaron las quejas de que La Habana quiere enviar al exilio a los 52 disidentes encarcelados que ha prometido liberar. Hasta ahora, Cuba ha dejado en libertad a 32, quienes acordaron salir directamente de la prisión hacia España.
Otros cuatro llegarán a Madrid entre el viernes y el sábado: Nelson Molinet, Héctor Raúl Valle, José Miguel Martínez y Miguel Galván, acompañados por más de 20 familiares.
Diez prisioneros han dicho que permanecerán en Cuba si los liberan bajo el acuerdo anunciado en julio por la Iglesia Católica, después de conversaciones con el gobernante Raúl Castro y el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.
El cardenal Jaime Ortega ha dicho que los presos tienen la opción de quedarse o salir para España, pero hasta ahora no se había anunciado nada sobre las condiciones de los que se quedan. No pudo contactarse a un portavoz de Ortega para que comentara sobre el tema.
Los diarios españoles El País y ABC informaron las condiciones de la libertad condicional, al citar fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores después de una reunión del miércoles entre Moratinos y su contraparte cubana, Bruno Rodríguez.
Los que se nieguen a ir a España serán los últimos en ser liberados, informaron los periódicos, bajo "licencias extrapenales'' que los mantendrían "sujetos al proceso [legal] contra ellos''.
Sánchez destacó que la decisión de La Habana de retener hasta el final a los que desean permanecer en Cuba muestra que ejerce presiones sicológicas sobre éstos y sus familiares para que opten por irse de la isla.
Los 52 a los que se les prometió su libertad eran los últimos que permanecían en prisión de los 75 disidentes detenidos durante una represión masiva en el 2003 conocida como la Primavera Negra. A una veintena se le concedió la libertad condicional durante debido a problemas de salud, y ocho de ellos aún permanecen en Cuba.
Uno de los ocho, la economista disidente Martha Beatriz Roque, dijo que las ‘‘licencias extrapenales'' están tan mal definidas que son un "limbo jurídico'' y "una espada de Damocles colgando sobre nuestras cabezas''.
Roque, quien fue sentenciada a 20 años de prisión, agregó que cuando se le liberó en el 2004, las autoridades no le impusieron restricciones a sus actividades opositoras y sólo le dijeron que sus derechos civiles, como el derecho al voto, se mantenían suspendidos.
Pero un funcionario del sistema de prisiones la visitó en abril y le dijo que tenía que someterse a pruebas médicas para verificar si continuaba sufriendo las condiciones de salud que llevaron a su liberación. Si no, manifestó Roque, ella podría regresar a prisión.
Dos días después, agregó, oficiales de la Seguridad del Estado le dijeron que el ‘‘alto mando'' había decidido que no necesitaba someterse a las pruebas.
"Esto quiere decir que nunca hay seguridad'', manifestó Roque.
Agregó que a pesar de la amenaza implícita de regresar a prisión, ella y otros disidentes bajo libertad condicional continuaron sus actividades opositoras.
Pedro Pablo Alvarez, condenado a 25 años como parte del Grupo de los 75 y excarcelado por gestiones del gobierno español en el 2008, afirmó que las condiciones que quiere imponer La Habana son inaceptables.
"Una licencia extrapenal no es una liberación, como tampoco lo ha sido el traslado de ex presos políticos hacia España'', sostuvo Alvarez, ahora residente en Miami.
Omar Pernet Hernández, de 64 años y condenado a 25 años de prisión, indicó desde España que las licencias extrapenales no serán suficiente.
"Lo que se debe dar a estas personas es libertad sin condicionamientos y libertad total sin destierro'', acotó Pernet.
Otro ex preso político acogido por España, Marcelo Cano, rechazó de plano la idea de las licencias extrapenales y la calificó como un "absurdo''.
Elsa Morejón, cuyo esposo, Oscar Elías Biscet, es el más conocido de los disidentes que han dicho que se quedarán en Cuba, declaró que ni ella ni Biscet han oído de los planes de licencias extrapenales.
"Yo soy una mujer cristiana y mi esposo cree en Dios'', aseguró Morejón. "La condición para su libertad la va a poner Dios''.
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